3.2.1 Administración y gestión de la calidad en un centro de FP

Para asegurar una buena implementación interna de las actividades planificadas, con el fin de alcanzar los objetivos de la calidad, es crucial una relación interna efectiva entre la alta dirección, los jefes de departamento, el gestor de la calidad y el personal.

Por un lado, debe existir un cierto grado de libertad y flexibilidad en la implementación de las actividades de la calidad en los diversos departamentos, en particular, en la parte inferior de la jerarquía organizativa. Los objetivos de la calidad se conseguirán con más facilidad en tanto en cuanto el personal de todos los niveles de la jerarquía haga suyo el proceso, cree sus propios objetivos y actúe con iniciativa para alcanzarlos (ver anexo, secciones 1.31 y 1.32). Por otro lado, la alta dirección tiene la responsabilidad de asegurar un desarrollo adecuado de la calidad organizativa y, por tanto, de establecer unas reglas claras y unas normas de transparencia en las decisiones, en el caso de que se produzca una desviación de los objetivos de la calidad y las correspondientes actividades. En el capítulo 4 de este manual se profundiza sobre el mantenimiento del equilibrio entre la participación activa del personal y la dirección; además, se explica el establecimiento de un flujo de información y un sistema de comunicación eficaces en un centro de FP.

La motivación y las capacidades del personal ―en particular, de los docentes e instructores― son factores decisivos para el éxito en las actividades de mejora de la calidad. Por lo tanto, el centro de FP necesita una estrategia para el desarrollo profesional de sus empleados que esté en consonancia con los objetivos de la calidad de la institución. Hay que seguir unos criterios adecuados al contratar a nuevos docentes; asimismo, es preciso definir un plan de formación adicional que refleje las necesidades de desarrollo de la institución y que tenga en cuenta las potencialidades de los individuos. Para desarrollar las capacidades del personal, el centro de FP debe implantar programas de preparación complementaria y adoptar medidas que reconozcan los esfuerzos de los individuos.

 

Cuadro 9. Propuestas recomendadas en EQAVET

En el anexo I de las recomendaciones de EQAVET, los criterios de la calidad proponen que en la etapa de «hacer» del ciclo PDCA «se preparen los planes de implementación consultando a las partes interesadas» y los descriptores de calidad sugieren lo siguiente:

  1. Los recursos se asignan adecuadamente para lograr los objetivos que se hayan acordado en los planes de implementación;

  2. Para el desarrollo de competencias del personal, se especifican las necesidades de los docentes e instructores, y el personal debe comprometerse a una formación regular, cooperando con las partes interesadas externas.

 

La evaluación de los empleados es una herramienta esencial para determinar las necesidades de desarrollo del centro y de los individuos. Muchos centros de FP orientados a la calidad se sirven de esta herramienta de una manera continua y sistemática, pues permite la retroalimentación mutua entre el personal y la alta dirección. Si se aplican anualmente, las evaluaciones del personal se pueden llevar a cabo de acuerdo con las siguientes líneas:

  1. Comentarios de los miembros del personal, entrevistados por sus gerentes;

  2. Comentarios de los gerentes respecto a los empleados;

  3. Debate de ideas para mejorar la calidad en el centro;

  4. Debate sobre las necesidades y las demandas de formación adicional del personal;

  5. Registro de los objetivos, las actividades y las fechas límite, acordados mutuamente.

 

Cuadro 10. Herramienta: evaluación del personal

En el anexo, sección 1.6, se puede encontrar un formulario con sugerencias sobre el desarrollo y el registro de la evaluación del personal.