Para muchos centros de FP, la cooperación con las partes interesadas externas y, en particular, con el mundo laboral, forma parte de sus actividades diarias. Esto aporta diversos beneficios para enraizar la calidad a través de distintos grupos de interés:

1. Los empleados son socios en el desarrollo de la formación práctica, además de que constituyen una fuente de información esencial sobre las necesidades de formación relacionadas con el lugar de trabajo y la adecuada capacidad de respuesta a la oferta de formación;

2. Los agentes sociales, las cámaras y las asociaciones sectoriales o profesionales pueden proporcionar información sobre las últimas tendencias en el mercado de trabajo, los cambios que se precisan en las habilidades y las necesidades recurrentes para la adaptación de los planes de estudio;

3. Los servicios de empleo pueden ayudar a la incorporación de los titulados al mercado laboral e informar sobre las tendencias de empleabilidad;

4. La cooperación con otros centros de educación y formación abre el camino de una educación complementaria para los estudiantes y titulados del centro de FP; al mismo tiempo, fomenta, a largo plazo, la permeabilidad entre los subsistemas educativos;

5. Los titulados pueden proporcionar una valiosa información sobre la utilidad de las competencias que adquieren los estudiantes; también pueden ayudar a crear contactos en el mundo laboral local;

6. Los contactos duraderos se pueden conseguir a través de asociaciones de alumnos o de invitaciones regulares a eventos sociales organizados por los centros de FP;

7. La cooperación con los organismos de acreditación debe buscar el reconocimiento externo de los centros de FP.

Cuadro 34. Propuestas recomendadas en EQAVET